
El mugir de las vacas y el calor intenso del verano de la llamada “ciudad de la eterna juventud”, se transformó en el ecosistema perfecto para despertar en mí, la sensibilidad por el medio ambiente y comprender que la felicidad se construye en pequeñas cosas.
Hija de un abogado, académico e integrante de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Gonzalo (60 años mayor que yo) y de una profesora normalista (20 años menor que mi papá), Teresa, crecí con una banda sonora de jazz, música clásica y tangos, que se colaban en la reuniones familiares y los chapoteos en la piscina de mi familia nuclear y ampliada. Sí, porque soy la 9º de 11 hermanxs. Mi papá enviudó de su primer matrimonio donde tuvo 7 hijxs y del segundo, con mi mamá, tuvo 4.
Esa combinación de estímulos y generaciones, me llevó a transformarme en la mujer que hoy observas: apasionada, comprometida y optimisma (imposible ser de otra manera si trabajas en sostenibilidad).
De mi mamá y papá heredé la vocación por enseñar y tratar de traducir en simple -sin llegar ser superficial- las diferentes dimensiones de los temas en los que muevo (políticas públicas, Asia Pacífico, sostenibilidad y moda latina).
Estoy convencida que todo ello y mi deseo oculto de ser escritora (al estilo de Isabel Allende), me llevaron a estudiar periodismo en la PUCV (+ hacer un intercambio en Barcelona) y a enamorarme de mi profesión (y los viajes), carrera que sin quererlo, me acercó al mundo de los negocios, impulsándome a realizar un MBA en dirección de empresas.
Si bien tuve una infancia y adolescencia llena de privilegios de clase media profesional, este antecedente no evitó que tuviera que lidiar con diversas situaciones dolorosas, que me llevaron a cultivar la resiliencia y flexibilidad y a entender que si bien la planificación y el orden son positivos, hay que estar siempre preparada para adaptarse a las nuevas contingencias que puedan surgir, más aún en un mundo tan incierto como el que vivimos.
Fui mamá soltera a los 22 y casi a los 24 conocí a mi amigo y compañero de ruta, Ale (hoy mi marido) quien no sólo se convirtió en el papá de mi (hoy nuestra) Leti, sino también en el de nuestro Pedrito.
Esta trayectoria de vida, me ha llevado a tener un camino profesional donde puedo transitar con fluidez por mundos que parecen muy distantes e inconexos -la asesoría parlamentaria y la moda-, pero que se unen en un hilo conductor de transformaciones: las políticas públicas.
Por lo mismo, he enfocado mi carrera en el análisis de contextos, la revisión de escenarios y la conexión temáticas de materias que superficialmente parecen no conectarse, pero cuyas raíces o ramas se topan de formas, a veces, impensadas.
He desarrollado la capacidad de detectar esas vinculaciones y aprovechar ese potencial para lograr crecimiento basados en el enfoque de la sostenibilidad, entendida desde sus más profundas aristas (medioambientales, sociales considerando lo cultural y el enfoque de género, y económicas). Estoy convencida que puedo ayudarte a detectar estas variables y lograr que tu proyecto o negocio crezca (desde lo comunicacional hasta estratégicamente) de forma armónica, tal cual como hoy se necesita.
¿Trabajamos juntxs?
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